Tras el anuncio por parte del gobierno de la reducción de la partida presupuestaria para seguros agrarios para el año 2013 en 47 millones de euros (un 18% con respecto al año anterior), al menos 10 Comunidades Autónomas han eliminado los apoyos financieros que venían destinando al fomento de la contratación de estos seguros por parte de agricultores y ganaderos. Los agricultores se van a enfrentar a un incremento considerable del coste de contratación del seguro agrario durante 2013, por lo que es bastante previsible que se puedan producir un descenso de la contratación de pólizas de seguros durante el próximo ejercicio, máxime teniendo en cuenta la situación de crisis económica a la que atravesamos, y/o un descenso en la calidad del aseguramiento en cuanto a coberturas y garantías 

Sería interesante hacer un ejercicio de imaginación y creatividad con el objetivo de poner en el mercado productos más atractivos para los agricultores desde el punto de vista del binomio calidad-precio teniendo en cuenta lo excepcional de la situación actual, intentando lograr que se erosione lo menos posible la contratación. Dentro de unos meses podremos analizar los datos de contratación y evaluar la incidencia de las últimas decisiones adoptadas. Hasta entonces, todos los agentes del sistema de seguros agrarios deben volcarse en la difusión y divulgación de las bondades de la herramienta del seguro agrario entre sus posibles benefactores, los agricultores.

En este sentido, merece una mención especial la campaña de promoción de los seguros agrarios que viene desarrollando COAG bajo el título “El secreto de los agricultores tranquilos” presentada en 2010 en la Gran Vía madrileña. Este año, en su segunda edición, tal y como se puede ver en este vídeo (ver), ésta se ha centrado en dar a conocer el secreto de los agricultores tranquilos (el seguro agrario) a través de las servilletas que los agricultores pueden encontrar en los bares de sus pueblos. La repercusión de dicha campaña está siendo muy alta, aunque aún es pronto para evaluarla en profundidad. Espero que contribuya al menos a “sostener” el nivel de contratación y su calidad (garantías y coberturas) durante 2013. Si además consigue incrementarlo, mejor que mejor.

El secreto de los agricultores tranquilos da nombre a una exitosa campaña publicitaria que puso en marcha la organización agraria COAG hace algo más de un año. El anuncio, al que se puede acceder pinchando en la imagen, desvela el secreto de los agricultores tranquilos, el seguro agrario. En épocas como la actual, cuando la acuciante sequía amenaza con arruinar gran parte de las cosechas, es cuando muchos se acuerdan de una herramienta de gran utilidad para su gestión como es el seguro agrario.

 

En la mayor parte de los casos, la actividad productiva se desarrolla al aire libre y depende por ello directamente de la incidencia que sobre ella tienen determinados factores climatológicos de difícil control como las heladas, el pedrisco, la sequía o las inundaciones. Vivimos además en un país con gran variabilidad climática donde predomina un clima de tipo mediterráneo con escasez de precipitaciones y altas temperaturas en la mayor parte del territorio. Además, la variabilidad interanual de los distintos fenómenos climatológicos es considerablemente elevada.

En España tenemos el sistema de seguros agrarios más avanzado del mundo. En la actualidad todas las producciones agrícolas y ganaderas son asegurables en nuestro país frente a la práctica totalidad de riesgos. No en vano, durante el año 2010 se suscribieron en España un total de 475.000 pólizas de seguros agrarios (220.000 ganaderas y 255.000 agrícolas), alcanzando un valor total de 11.000 millones de euros de producción asegurada. El seguro agrario puede y debe ser una herramienta de gran utilidad para garantizar la estabilidad de las rentas de las explotaciones agrarias en la actualidad.

El secreto que guardan los agricultores tranquilos no es más que un sistema construido desde hace casi 35 años por administraciones, empresas aseguradoras y agentes del sector. Los niveles de contratación son todavía muy bajos en algunos sectores agrarios y se debe trabajar por incrementarlos año tras año. La idoneidad de este tipo de campañas de gran valor creativo es más que evidente. Se trata de una herramienta que debe llegar dada día a más agricultores y ganaderos a pesar de que debe ser mejorada y adaptada continuamente. Ellos la necesitan para seguir produciendo con tranquilidad y nosotros los necesitamos a ellos porque son los responsables de nuestra agricultura y nuestra alimentación. Recordemos que sin agricultura, nada.